¿Debemos reprimir el llanto?
Por Kyria Querves
El conocido científico Charles Darwin explicaba que “El llanto representa y alivia
el pesar humano, y libera tensión” (de su libro “La expresión de las
emociones en los animales y el hombre”). Pese a las bondades del mismo,
esta función específicamente humana ha sido rezagada y hasta anulada en algunas
civilizaciones por ser considerada un síntoma de debilidad o de inmadurez.
Cuántas
veces hemos escuchado o dicho: “los hombres no lloran”, “deja de llorar que no
es nada”, “calma, no llores tanto que te hace mal” y tantas otras frases. Esto
demuestra que no tomamos en cuenta que
además de ayudarnos a liberar nuestras emociones también ejerce una función
biológica en nuestro cuerpo.
El
llanto es una respuesta biológica, pensemos en el llanto de un recién nacido, que indica que ha comenzado a respirar, el de
un bebé, producto de hambre, frio, dolor, miedo, enojo o de un niño cuando siente
enojo o tristeza o los adultos por las mismas razones.
El
llanto es activado por la amígdala cerebral o complejo amigdalino y por una
estructura cercana a ella llamada Gyrus Cyngulatus, esta estructura en forma de
almendra se encuentra alojada en lo profundo del lóbulo temporal, en el sistema
límbico y es responsable de muchas de nuestras respuestas emocionales, pero
también de nuestra supervivencia.
Es la amígdala
cerebral que examina los estímulos que provienen del exterior y estudia si estos son peligrosos para nuestra
supervivencia o no, de serlo activa la respuesta de alerta al hipotálamo y al
resto del cuerpo, preparándolo para la huída, la lucha o la sumisión.
Durante
el llanto el cerebro activa la secreción masiva de dos neurotransmisores, la
adrenalina (que nos ayuda para afrontar situación de estrés) y la noradreanlina,
esta provoca un efecto del tipo sedante en nuestros músculos, y regula la
presión sanguínea, restaurando los niveles hormonales. Por tanto contener el
llanto sólo aumentará el malestar y provocará mayores niveles de estrés. Esto demuestra
porque algunas personas se duermen luego de llorar por un buen rato, por el
estado relajación que provoca en nuestro cuerpo.
¿Debemos entonces
reprimir el llanto?
Como
vimos el llanto además de tener una función biológica también tiene una función
comunicativa. Generalmente provoca un estado de empatía en el sujeto que es
testigo de la situación, lo que lo anima a consolarlo y a solidarizarse con su
malestar.
¿Qué
podemos hacer para sentirnos mejor? Debemos aprender a reconocer nuestras
emociones y aceptarlas, y recordar que la respuesta a nuestras emociones
también podemos educarla.
Com.Soc. Kyria Querves
Bibliografía:
Darwin, C. (1872). La
expresión de las emociones en el hombre y los animales.
Delval, Juan
(1994). El desarrollo humano
Muntané, M.D
(2012). La maté porque era mía, Psicobiología de la ira,de la violencia y la agresividad,y de la sexualidad.
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